viernes, 27 de abril de 2012

QUERIDO AMIGO.



DE ANA LOURDES ROSILLO
Querido amigo:

Hace años que nos conocemos, tantos que mis primeras palabras se echaron un pulso con la lectura de tus páginas.

Has estado siempre ahí, nunca me has defraudado. Me has hecho reír, llorar, sentir, cantar, viajar en el tiempo. A través de la historia, también hacia mis adentros…
Me he emocionado contigo. He conocido lugares paradisíacos, que jamás había visionado en mi memoria viajera.

Me has hecho enamorarme de los días soleados, de la gente, de los elfos. Me has rescatado de las sombras, convirtiendo los días lluviosos en tiempos perfectos.

No me pidas jamás que camine sola, ya no se hacerlo: necesito siempre de tu ejemplar abierto. Te has convertido en mi aliento, mi diario alimento.

Y hoy 23 de abril, sueño con el día en que tus líneas reflejen mis pensamientos, el corazón de tu portada lleve mi nombre impreso y tus renglones sean los de mi vida, derechos.

Y hoy, en tu día, pienso en seguir compartiendo este efímero tiempo, para comprobar en la despedida, que ya nunca seré la misma, que mi alma engrandeciste al cerrar la tapa en piel de aquel encuentro…

Y te pido, que nunca dejes de cruzarte en las esquinas de mi vida: yo te rescataré del olvido de aquella fría estantería, tú me evadirás siempre de la superflua monotonía…

Ana Lourdes Rosillo. 23 de abril de 2012.

lunes, 16 de abril de 2012

DEL CASTILLO DE LOS POYOS DE CELDA (CARAVACA) A LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE LA QUINTA ANGUSTIA (PUEBLA DE D. FADRIQUE)


Estos días de Semana Santa he visitado el Castillo de los Poyos de Celda en el término municipal de Caravaca de la Cruz (Murcia). Mi intención ha sido encontrar alguna relación entre las rocas con las que está construido este castillo, las canteras del entorno del mismo y las rocas con las que se construyó la iglesia de Puebla de D. Fadrique (Granada)

Los restos del Castillo de los Poyos de Celda presentan una planta trapezoidal, adaptada a la cima del cerro donde se encuentra. Este recinto se encuentra flanqueado mediante seis torreones bien distribuidos y adosados a sus lados mayores.


En su interior, hacia el sector sureste, se encuentran varios aljibes, de los cuales uno aún conserva bien su bóveda de medio cañón. 


Los muros de la fortaleza fueron construidos mediante tapiales, utilizando, junto a la argamasa de cal, piedras de gruesa factura procedentes del entorno, lo que ha contribuido también al mal estado de conservación que presenta en la actualidad.


Se puede observar en el castillo una poterna, que es una puerta secundaria en los muros del castillo. Las poternas solían localizarse en lugares disimulados u ocultos, permitiendo a los ocupantes del recinto interior salir o entrar sin llamar la atención ni ser vistos. Durante un asedio una poterna podía actuar de salida, permitiendo a los defensores escapar del cerco al que les habían sometido los sitiadores.



Los restos cerámicos que se encuentran en torno al yacimiento, han demostrado una ocupación del lugar durante los siglos XI al XIII, por lo que hay que relacionarlo con la importancia estratégica de Celda, como centro de comunicaciones entre Lorca y Caravaca con el norte del reino murciano y el de Granada.


Es en época cristiana cuando comienzan a aparecer noticias del castillo de Celda en las fuentes documentales. Al parecer, en 1277, el lugar fue donado por Alfonso X el Sabio al concejo de Lorca, por lo que parece, para evitar la despoblación que se estaría dando en el lugar, en una tónica generalizada en todo el reino de Murcia. En 1285, Sancho IV concedería el castillo y su término en señorío a Nicolás Pérez de Valdebarraz, el heroico alcaide castellano de Alicante. 

Tras la reorganización administrativa producida con la ocupación aragonesa del reino de Murcia (1296-1304), Celda aparece, junto a Coy y Canara, bajo el poder señorial de Ruy Pérez de Canara, a cuyos descendientes quedaría ligado el lugar hasta 1340, cuando, junto a Coy, fue vendida al marqués de Villena, Don Sancho Manuel. Y a pesar de los intentos de Lorca por hacerse con su jurisdicción, Celda sería finalmente anexionada a los señoríos que la Orden de Santiago poseyó en el Reino de Murcia, y pasó a depender de la encomienda de Caravaca a partir de 1381, en cuyo término municipal permanece en nuestros días.


 Al parecer, a finales del siglo XV la alquería fue puesta en explotación con diversos regadíos protegidos por su fortaleza, que probablemente había resistido como atalaya y punto de control del territorio, defendiendo el diluido espacio fronterizo con Granada. Sin embargo, según Alonso Navarro, en el siglo XVI el castillo de Celda fue demolido para evitar que pudiera ser ocupado por bandoleros o salteadores de caminos. (regmurcia.com)


 En el ensayo histórico sobre caminos de la Vera Cruz de Caravaca de Gregorio Sánchez Romero he podido leer:

El «Camino de Granada» adquirirá nueva vida con motivo de la toma de Baza (1489) por los Reyes católicos, mandaron la construcción (o reconstrucción) de un camino, el Camino Real, junto al que se fundó la Venta de Lope de Vargas, con posterioridad denominada Venta del Moral. Este camino se prolongaría hasta Puebla de don Fadrique, Huéscar, Galera, Cúllar y Baza. En el itinerario de Villuga se establece el siguiente viaje: Granada, Albolote, Deifontes, Iznalloz, Gor, Baúl, Baza, Huéscar, Venta de Serrano, Venta El Moral, La Venta Languera, «Cruz de Caravaca». Por supuesto a este itinerario, aunque no conste, se incorporaría la Puebla de Don Fadrique, anteriormente denominada Bolterurela (o Volteruela) y cuya denominación la estableció Don Fadrique de Toledo, Duque de Alba, el 9 de noviembre de 1525.

Las relaciones de la Puebla de Don Fadrique con Caravaca durante este siglo fueron creciendo, como se deduce por una parte del hecho de que Caravaca le vendiera, entre 1554 y 1558, la piedra que, procedente de los Poyos de Celda, serviría para la construcción de su iglesia. Asimismo, en los periodos venideros, tanto la Puebla de Don Fadrique como sus campos (Bugéjar, Almaciles, La Toscana..) colaborarían en las peticiones de limosnas anuales llevadas a cabo por la Cofradía de la Vera Cruz.

 Hace tiempo que le sigo la pista al origen de las piedras de sillería con las que se construyó la Iglesia de Puebla de D. Fadrique. Al parecer, el libro de fábrica de  la misma desapareció en la Guerra Civil y así me lo han confirmado los últimos párrocos de la Puebla.

Según Rubio Lapaz, la Iglesia de Puebla de D. Fadrique se construyó en tres fases:

Primera fase (Desde su fundación hasta 1536)
Segunda fase (1536-1542) Construcción de la capilla Mayor.
Tercera fase (1545-1557) Espacio renacentista.

La parte renacentista es el espacio más grandioso del edificio, compuesto por tres naves a la misma altura, la central de mayor anchura que las laterales, divididas en cuatro compartimentos en sentido longitudinal, separados por gruesos pilares compuestos sobre los que descargan los arcos de medio punto, fajones y formeros (dos de cada uno) Cada tramo está cubierto por una bóveda vaída.

Considerando los datos de Gregorio Sánchez y de Jesús Rubio, cuando Caravaca vende a Puebla de D. Fadrique la piedra para la construcción de su iglesia, se está construyendo la tercera fase de la misma, el espacio más grande del edificio. Con estos datos sabemos también que la piedra procede de las canteras de Celda. En el reconocimiento de visu que he realizado a las rocas de las canteras de los Poyos de Celda y a las piedras de los sillares de la iglesia de Puebla de D. Fadrique se aprecia que son rocas similares, no obstante, he considerado la realización de un análisis mineralógico con el fin de confirmarlo.

Imagino el lugar en el año 1556 con el castillo en mejor estado del que se encuentra actualmente. En las canteras próximas los  artesanos que extraían y trabajaban la roca, cabuqueros, entalladores, canteros y tallistas. Los cabuqueros extrayendo la piedra siguiendo la veta, o hebra, con cuñas, marrón, barra y pico de recalar. El troceado de los bloques de piedra, realizado por el entallador, empleando cuñas, pico, mandarria y escuadra.


La regulación de las formas idóneas era trabajo del  cantero, encargándose también de diseñar el boceto a tamaño natural o a escala. El acabado final, lo realizaba el tallista o labrante, incluyendo a veces detalles decorativos.


El trabajo debía ser intenso al pie del castillo, donde se extraía también yeso del trias para su uso en las diferentes construcciones. Numerosos hornos de yeso abandonados así nos lo indican. 


Desde ahí, el  continuo ir y venir de carros tirados por caballos y mulas cargados con piedra y dejando profundas marcas en los caminos. Los itinerarios más cortos eran a través de El Moral y Almaciles donde se puede ver alguna encina centenaria o quizás por Topares y Bugéjar.  


Se llegaría a la iglesia de  Puebla de D. Fadrique por la calle Coronel Capaz (calle del hielo) donde se acopiarían los sillares para su posterior acabado final por canteros y tallistas. En este lugar se procedería al marcado de los canteros con  marcas de  cruces que podemos ver en  los diferentes pilares del edificio.


En el año 1987 tuve la oportunidad de trabajar con el maestro albañil de Puebla de D. Fadrique Ángel Sola. Ángel conocía bastante bien los métodos de construcción tradicionales de la zona y comentaba entre amasadas de yeso que la iglesia de La Puebla de D. Fadrique podría haberse construido de dos formas diferentes: o con andamios de madera y el uso de rampas, palancas y poleas o mediante el relleno de la zona con tierra colocando los sillares siempre a nivel del suelo. De aquellas dos posibilidades comentadas por Ángel me quedo con la primera, pues no aparecen restos o acopios de tierras dispersos en las inmediaciones de la Iglesia.

Desde aquellos tiempos el oficio de la albañilería ha sido muy importante en el día a día de Puebla de D. Fadrique, siendo muchas las personas que se han dedicado a este sector. El arte de la extracción y uso de los materiales geológicos existentes en el lugar y su puesta en obra por los maestros, oficiales y peones albañiles permitió una mejor calidad y estabilidad de las viviendas que aún permanecen en nuestros días, contribuyendo al crecimiento del pueblo en torno a esta magnífica iglesia de Santa María de la Quinta Angustia.



Dedicado a los maestros albañiles que durante años han mantenido intactas las tradiciones constructivas en  Puebla de D. Fadrique.


José Fidel Rosillo.


Fuentes consultadas:

·    - Diego Marín Ruiz de Assin, La Real e Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca.   Estudio histórico, Caravaca, 2006, pág. 27.
·      - Gregorio Sánchez Romero. Ensayo histórico sobre los caminos de la vera cruz de Caravaca.
·      - Jesús  Rubio Lapaz. Arte e Historia en Puebla de D. Fadrique.
·      - Pascual Madoz, Diccionario…op. cit. tomo XI, Madrid, 1848, pág. 699.
·      - Regmurcia.com.