viernes, 11 de enero de 2013

POR LA CUERDA DE GUILLIMONA



Hacía tiempo que quería realizar mi viaje particular por la cuerda de Guillimona, y esta navidad estaba, como dice mi primo Santi, de dulce  para hacerlo. Cuajó la idea entre cascaborras, inocentes y algún que otro suspiro acicalado con mistela o licor café  y otras delicatessen de nuestra tierra. Con escasos preparativos, pues ya conocíamos el lugar, pensamos en el itinerario a seguir, que no era otro que la misma cuerda de la sierra de un extremo a otro. Lo hicimos en petit comité, como nos gusta a nosotros, pues es la manera perfecta de cuidar y apreciar los detalles que la naturaleza nos ofrece a nuestro paso. Partimos Amparo, Jesús y yo una fría mañana hacia la cumbre que más me atrae de la comarca de Huéscar, sin desmerecer por supuesto, y con todos mis respetos hacia la madre Sagra, que tantos buenos momentos me ha regalado.

Había que recorrer muchos kilómetros en nuestro viaje, con ascensos y descensos, con cortados de roca y con lenares, lapiaces y canchales  que a pesar de las botas, nos destrozaban las plantas de los pies. Pero como en los tiempos difíciles que vivimos, no podíamos mirar para atrás, era un viaje sin retorno, nuestro objetivo estaba claro, no podíamos desistir a pesar de las dificultades. Son días especiales y difíciles los que todos estamos pasando, crisis, falta de trabajo, recortes en educación y sanidad, familiares tristes, decaídos o enfermos. Días en los que es necesario transmitir el aliento de la superación, del esfuerzo y de la constancia, pues todo esfuerzo tiene su recompensa; como este día en la Guillimona, en el que nuestro empeño nos hizo olvidar por unas horas los problemas cotidianos, y al final, obtener complaciencia, disfrutando de los maravillosos paisajes que comparto aquí con todos vosotros, y con todos aquellos que en estos momentos necesitan sentirse más que nunca vivos y útiles en estos tiempos difíciles que nuestros ilustrados oligarcas nos están haciendo vivir.

“No nos hace falta valor para emprender ciertas cosas porque sean difíciles, sino que son difíciles porque nos falta valor para emprenderlas”

Lucio Anneo Séneca



Dedicado a mis padres y a todos los padres que día a día se esfuerzan para transmitir a sus hijos el valor necesario para superar las dificultades.


FELIZ 2013